El pasado es como un
alimento que dejaste olvidado en la heladera, se pone rancio, se pudre, hay que
tirar el pasado y vivir el hoy. Si estás siempre mirando el pasado es porque te
quedó algo pendiente, un botón sin cocer, una puntada sin dar. Dicen que nadie
escapa a su pasado. Yo digo que no escapa el que no quiere escapar. La misma
palabra te lo dice, "pasado", es algo que ya pasó, que ya fue. Por
eso lo mejor es dejar atrás el pasado. Hay que soltar el pasado de una buena vez, no
sirve para nada. Se usa tanto el tiempo pasado y tan poco el tiempo presente, o
futuro. Si miras para atrás lo único que haces es detenerte. El que vive
colgado del pasado se vuelve una persona resentida, rencorosa o melancólica lo
cual es peor. Yo trato y trato de soltar el pasado, pero parece que es el
pasado el que no me suelta a mí
¿Por qué hay cosas que olvidamos y otros
recuerdos que nos persiguen sin descanso? ¿Uno se aferra a
los recuerdos, o los recuerdos se aferran a uno? Te atrapan y no te sueltan.
¿Qué quieren los recuerdos? ¿Por qué insiste tanto la memoria? ¿La memoria es el pasado que quiere seguir siendo
presente?
Todo lo que vivimos se muere, se ahoga en el pasado. ¿La memoria es un manotazo de ahogado para que esas cosas no mueran?
La memoria tiene vida propia; no es uno, sino ella la que elige qué cosas deja morir en el olvido y qué cosas mantener vivas.
La memoria es como un rompecabezas, que te rompe la cabeza. Son como fichas, piezas sueltas que uno tiene que ir reacomodando…
Todo lo que vivimos se muere, se ahoga en el pasado. ¿La memoria es un manotazo de ahogado para que esas cosas no mueran?
La memoria tiene vida propia; no es uno, sino ella la que elige qué cosas deja morir en el olvido y qué cosas mantener vivas.
La memoria es como un rompecabezas, que te rompe la cabeza. Son como fichas, piezas sueltas que uno tiene que ir reacomodando…
La memoria siempre está en movimiento. Tener
experiencia en realidad es tener buena memoria, es escuchar lo que nos susurran
los recuerdos. Una llave, eso es lo que buscamos cuando buscamos en la memoria.
Una llave que nos ayude a salir del laberinto. Una llave que abra la puerta de
nuestra propia identidad. Porque sobre todo, la memoria… está viva. La memoria es incansable, persistente y muy
inquieta. Eso es lo peor, o lo mejor, de la memoria. No sólo es inquieta… sino que te inquieta. La memoria inquieta, y mucho.